sábado, 4 de mayo de 2013

Rebaja del tipo de interés del Banco Central Europeo. Crecimiento, sí, si quieren los bancos.


El viernes el Banco Central Europeo (a partir de ahora BCE) anunció que bajaba su tipo de interés en la zona euro, fijándolo en un 0.5%, con la intención de impulsar el crecimiento económico tal como expresó el presidente del BCE, el italiano Mario Draghi. Esta noticia que puede aparentar ser una de las muchas que se dan día a día en la economía de la Unión Europea y la de los países que lo integran resonó a bombo y platillo en todos los medios de comunicación, promocionándose como una decisión transcendental para salir de la crisis y activar la economía de los denominados países de sur (España, Grecia, Portugal e Italia), los más maltrechos por la recesión, destrucción de empresas y desempleo.

Se vende como una noticia positiva aunque tiene gato encerrado tal como explicaré. Pero ¿porque se le otorga tanta repercusión mediática?, debido a una serie de posibles e hipotéticas consecuencias y efectos que voy a intentar desgranar para su mejor comprensión. Los medios informativos españoles nos dicen que la noticia es buena pero no explican a que se debe ni detallan la influencia de la bajada del tipo de interés y cuáles son los actores que intervienen.

En primer lugar decir que los bancos privados europeos, en el  actual contexto de crisis, están financiándose con el dinero procedente del BCE, es decir, le piden el dinero que necesitan y a cambio el BCE (regulador de la zona euro), les exige su devolución y un determinado tipo de interés, vamos tan sencillo como si uno pide un crédito particular a un banco. Antes los bancos se financiaban entre sí, acudían unos a otros en momentos en que necesitaban liquidez pero con la quiebra y rescate de algunos bancos europeos, muchos de ellos españoles, dejaron de prestarse dinero recíprocamente ya que desconfiaban de la salud financiera de cada una de ellas, lo que les llevo a acogerse a la intercesión del BCE para poder salir de sus respectivos problemas.

Con este dinero que les presta el BCE y el que ya posee, la banca europea da cauce a todos los productos que tiene y al volumen de negocio que maneja. Entendemos también que a la economía propia de cada país le afecta el funcionamiento propio de su banca, de este hecho se derivan las consecuencias favorables de bajar el tipo de interés del dinero que presta el BCE a la banca, que podemos sintetizar en lo siguiente:

Los bancos, entre otros agentes, financian la actividad empresarial, productiva y familiar de cada país, y lo hacen concediendo crédito, por lo que al prestarle el BCE dinero a un tipo de interés menor, este tipo de interés se traslada a su vez a que los bancos conceden crédito más barato a empresas y particulares ya que estos últimos pagan un interés menor por el dinero que les dan.

De esta forma se accede de manera más asequible al crédito reactivando el funcionamiento de las empresas y generando empleo ya que las primeras contrarían personal disminuyendo así el paro. Además afectaría también a las familias a la hora de pagar la cuota mensual de su hipoteca, ya que el tipo de interés del préstamo hipotecario esta referenciado al Euribor y este disminuiría como consecuencia de la bajada de los tipos de interés del BCE lo que haría incrementar el dinero disponible para gastar en consumo u otras necesidades cotidianas.

En definitiva, las empresas y familias conseguirían dinero más barato, lo que generaría empleo y crecimiento  al disponer de más poder adquisitivo tanto unos como otros. De esta forma se corregiría el gran estancamiento que asola la economía española.

Sucedería lo antes descrito, si la banca ofertase y colocase crédito a tipos de interés asumibles a familias y empresas, lo que en teoría tendrían que hacer y deberían haber hecho ya, por ejemplo la banca saneada con inyección de dinero público, pero está  ha dedicado dicha financiación a continuar su negocio especulativo y sobre todo a comprar deuda pública del Estado, es aquí donde está el problema, si los bancos que han mejorado la financiación del dinero que les presta el BCE no trasladan este efecto positivo a las familias y empresas no habrá servido de nada.

Todo se reduce a que el Estado y la banca se conciencien y asuman que tienen que centrarse en mejorar las condiciones de financiación, sino las empresas seguirán sobreviviendo a cuentagotas y las familias caminando sobre el alambre mes a mes para subsistir.

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